¿”Entrenador”, “Instructor”, “Maestro”?

No importa cómo nos llamemos: si intentamos transmitir conocimiento o ayudar a alguien a adquirir una habilidad, somos maestros.

La enseñanza, al igual que el tiro, es una habilidad que requiere cierta habilidad natural, una personalidad adecuada, comprensión de la psicología del aprendizaje y, por supuesto, cierto conocimiento de la materia que se intenta enseñar. Muchas habilidades docentes se pueden aprender, pero no todos son buenos profesores.

Las personas que brillan en una habilidad específica o en un campo de conocimiento específico a veces son pésimos profesores: desconocen por completo cómo aprenden las personas, hacen suposiciones sobre su comprensión previa, no tienen idea de cómo estructurar el material para adaptarlo al ritmo de aprendizaje y carecen de habilidades de presentación. En resumen, muchos de ellos son malos comunicadores.

Recuerda tus años escolares, ¿qué profesores recuerdas? Recuerdas a los que te gustaban, que dominaban la materia, que explicaban las cosas de forma comprensible y que controlaban la clase para que todos pudieran aprender.

“Los que pueden, hacen; los que no pueden, enseñan.”

¡Esto es una completa tontería porque muchos de los que “pueden” son los peores profesores!

El autor de esta página observó a un veterano campeón tirador de FITASC jugando una ronda relajante de Skeet inglés y convirtiendo cada plato en polvo.

“¿Cómo hiciste eso?”

“Ni idea, simplemente los apunto y se rompen”.

Los mejores profesores pueden enseñar casi cualquier materia: tienden a ser el tipo de personas que adquieren conocimientos rápidamente y los convierten en las etapas de aprendizaje necesarias para impartirlos a otra persona.

Las habilidades son ligeramente diferentes de los conocimientos, pero no hace falta ser el mejor soldador del mundo para enseñar soldadura ni el mejor tirador del mundo para enseñar tiro; en lugar de eso, se enseñan los pasos para adquirir la habilidad y se detectan los errores que cometen los estudiantes en el proceso. ¡Una de las recompensas de la enseñanza es cuando el alumno supera al maestro!

… ¡Y creíamos que Andrea lo hacía por puro gusto! ¡Por supuesto, nada de disparar mientras bebes!

Nuestras habilidades

Andrea Roach , directora general de Wordcraft, no sabía nada de tiro hasta que Wordcraft le asignó el tarea del desarrollo y la comercialización de DryFire. Aprendió los fundamentos del tiro con DryFire, obtuvo su certificado de escopeta, recibió entrenamiento y ahora es instructora de tiro certificada por BASC.

Mike Lake, el inventor de DryFire, fue profesor al principio de su carrera y también instructor de tiro calificado. Aún asiste a las escuelas, por invitación, para impartir charlas y clases sobre diversos temas.

Muchos de los distribuidores internacionales de DryFire son también entrenadores.

Un grupo feliz de jóvenes tiradores. (…y otra botella más: ¡este trabajo tiene sus ventajas!)

Aprendiendo haciendo

La gente aprende mejor de otras personas: no hay sustituto para un buen maestro.

Una vez que se les enseña una habilidad, las personas aprenden haciendo porque es el “hacer” lo que construye la memoria muscular y fija las cosas en la mente para que se vuelvan “instintivas” y requieran poco o ningún pensamiento consciente.

La introducción de Mike al tiro al plato siguió un patrón habitual: visita inicial y entusiasmo, adquisición de certificado y escopeta, algunas lecciones y luego decepción cuando las puntuaciones se estancaron muy rápidamente.

Mike nunca ha sido una persona paciente ( «si hay que hacer un trabajo, ¡hay que hacerlo ya! » ) y no le gustaba la idea de esperar de una semana para una lección y más práctica; lo que se requería era práctica intensiva: cientos de objetivos entre una lección y la siguiente. Por eso se inventó DryFire.

¿Por qué utilizar DryFire?

Hay una razón evidente por la que los entrenadores deberían fomentar el uso de DryFire:

Seamos honestos, la mayoría de nosotros nunca dominamos por completo ninguna habilidad que intentamos aprender: muchas personas aspiran a ser futbolistas de primera división, pero muy pocos lo logran; de hecho, tenemos tan pocos futbolistas de “primera división” que tenemos que importarlos del resto del mundo.

El autor de esta página ha adquirido diversas habilidades a lo largo de los años. Por ejemplo, puede fabricar objetos de madera en su taller, pero dista mucho de ser ebanista. Puede crear software para probar nuevas ideas, pero dista mucho de ser un programador profesional.

Como profesores, nuestro papel es ayudar a las personas a empezar, a desarrollar las habilidades adecuadas, a detectar cuándo están adquiriendo malos hábitos y a superar esos frustrantes estancamientos en el rendimiento cuando las calificaciones no aumentan.

Práctica

Seamos realistas: la práctica no es barata.

¿Cuántos objetivos le gustaría que un estudiante marcara entre clases para internalizar las habilidades recién aprendidas y convertirlas en algo natural? ¿Unas pocas docenas? ¿Cientos? ¿Miles?

¿Qué tan realista, en términos de tiempo y dinero, es esperar que un estudiante dispare, por ejemplo, 500 discos de práctica entre clases?En la Península de Yucatán, en el sureste de México, las tarifas por 500 discos costarían alrededor de MX$ 15,000-18,000.

500 objetivos equivalen a 20 rondas, y eso lleva tiempo; casi con toda seguridad no se haría en un día, lo que implica varios viajes al campo de tiro.

Por supuesto, sería fantástico para el campo de tiro si nuestro entusiasta tirador tuviera bolsillos profundos y disparara a 500 objetivos entre lecciones, ¡pero eso no sucederá tan fácilmente!

La práctica no consiste en disparar una ronda completa; la práctica consiste en mejorar en las cosas en las que eres malo. Al final, los campos de tiro y los entrenadores se benefician de que los tiradores practiquen en casa: a medida que mejoran, ganan confianza, disfrutan más, participan en más competiciones, compran más cartuchos, toman más clases, mejoran sus equipos de competencia… todos ganan a medida que mejoran.

DryFire anima a los tiradores a practicar con los blancos que les resultan difíciles usando las técnicas aprendidas en su última lección, mostrándoles exactamente dónde fue cada disparo en relación con el disco. ¡Incluso a quienes tenemos una visión 20/20 nos resulta difícil al aire libre en diversas condiciones climáticas!

El clima

En Inglaterra el cielo siempre es azul, el sol siempre brilla, el clima siempre está tranquilo y siempre hace una temperatura agradable.

…y los cerdos pueden volar.

No es divertido filmar en una mañana húmeda, fría y miserable de domingo en diciembre y enero (y noviembre y febrero y…). Es aún peor si hace un frío glacial, hay hielo en las carreteras y está nevando.

Los entrenadores necesitan ganar dinero, algo que solo obtienen cuando dan clases, sin importar el clima, y ​​DryFire lo hace posible, ¡en un clima cálido y seco! DryFire ocupa muy poco espacio: cualquier pared de entre 3,6 y 4,5 metros de ancho servirá para la versión láser. Invierte en una pantalla y un proyector decentes y tendrás todas las ventajas de un entorno fotorrealista para enseñar.

Dominancia ocular

Andrea comprueba el dominio ocular de una alumna… ¡Y lleva un chaleco de tiro DryFire!

El autor de esta página es diestro, pero su ojo izquierdo es muy dominante. Cuando usó su primer rifle de aire comprimido, a los ocho años aproximadamente, convenció a su tío para que le recortara la culata para poder disparar con la mano derecha, con el ojo izquierdo alineado con la mira.

Fue un desastre. Para cuando consiguió su primer .410, su tío se negaba a destruir otra pistola, así que era hora de aprender a disparar con la mano izquierda.

Pasó bastante tiempo (¡meses!), pero ahora el autor automáticamente toma un arma lista para disparar con la mano izquierda y encuentra “extraño” disparar con la mano derecha.

Hay dispositivos que ayudan a las personas a disparar con el ojo “equivocado”, pero la única solución a largo plazo es cambiar la lateralidad.

Las puntuaciones se desploman al cambiar de mano, lo que puede deprimir a los tiradores, hacer que se rindan y vuelvan a hacerlo de forma incorrecta, obligándose a usar el ojo equivocado al cerrar el dominante. Esto puede generar otros problemas, ya que cerrar un ojo puede provocar espasmos en los músculos del otro y afectar la visión nítida.

Con DryFire puedes disparar a cientos de objetivos cada noche: el tiempo necesario para cambiar la mano del tirador se reduce a días, no a meses, y las puntuaciones empiezan a subir muy rápidamente a partir de entonces.

Movimiento de armas

¡Observar a un nuevo tirador mover el arma entre la adquisición del objetivo y la presión del gatillo puede ser muy entretenido!

Aparte de no entender que el pómulo humano fue diseñado para adoptar la forma de la culata de un arma (¿por qué es tan difícil para algunas personas?), el cañón irá por todos lados, a menudo deteniéndose en el camino o pasando el objetivo y luego regresando.

Un entrenador puede ver cómo se mueve el barril y puede aconsejar sobre formas de lograr un movimiento suave desde el inicio del swing hasta el seguimiento.

Un buen movimiento de arma no solo parece fluido para quienes lo observan, sino que también lo siente el tirador, dando la sensación de que el mundo se ha ralentizado. Un movimiento errático de arma se siente apresurado y forzado.

El conjunto de pistola universal DryFire (UGA) tiene un sensor de movimiento incorporado y, combinado con la opción de software Gun Motion, proporciona una visualización detallada del movimiento después de cada disparo.

Familiarización

Algunos tiradores están limitados a una disciplina en particular.

“¡Oh, yo practico Trap, pero no tengo tiempo para el Skeet ni para Sporting Clays!”

Cambiar de disciplina a menudo requiere nuevas habilidades o modificar las existentes.

DryFire hace que este proceso sea fácil para que un tirador pueda familiarizarse con una nueva disciplina antes de probarla en el campo de tiro.

¡Hemos visto gente usando DryFire para familiarizarse con el tiro al plato y conseguir una puntuación de 25 en su primer intento al aire libre!